El problema tiene solución

Tengo cuarenta y un años de edad y soy de un pequeño pueblo del estado de Guerrero, México. Mis padres se separaron cuando yo tenía un año y medio, por ese motivo me crié solo con mi papá y él después tuvo dos mujeres más. Ya sabrán que con mis madrastras hubo golpes, maltratos e insultos. Una de ellas me intentó ahogar en dos ocasiones en el río pero, por suerte, siempre hubo alguien para salvarme. Todas esas cosas perturbaban mi mente y ya a los seis años de edad pensaba en matarme, dejar de existir.